Mariko y su esposo habían estado nadando con tortugas, a unos cuantos metros de la costa, cuando se encontraron cara a cara con el tiburón de poco más de 3.5 mts., “De repente, fue como en Hollywood. Ves las mandíbulas grandes que vienen a ti”,dijo Mariko. “No puedo decir lo terrible que es.
Pero lejos de congelarse de miedo, Mariko contraataco, acertando algunos golpes en la nariz del tiburón obligandolo a nadar en dirección opuesta. Aunque no salió ilesa pues, como ella misma explica, uno de los golpes dio en el hocico y su puño entró a la boca de tiburón, lo que le provoco una herida que requirió entre 60 y 70 puntadas.
Pero lejos de congelarse de miedo, Mariko contraataco, acertando algunos golpes en la nariz del tiburón obligandolo a nadar en dirección opuesta. Aunque no salió ilesa pues, como ella misma explica, uno de los golpes dio en el hocico y su puño entró a la boca de tiburón, lo que le provoco una herida que requirió entre 60 y 70 puntadas.
Cuando el tiburón se retiró, la pareja, originarios de Folsom, California, fue capaz de nadar de vuelta a la playa. Y aunque Mariko le da las gracias a sus rápidos reflejos y entrenamiento en taekwondo, Don cree que que fueron afortunados de haber escapado con vida.
Que miedo, ¿no crees?
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